domingo, 26 de septiembre de 2010

BAYAMO A TODO MOTOR

HERMANOS SOBRE RUEDAS



El amor por el motociclismo y las emociones fuertes de la velocidad han creado indestructibles lazos de sangre entre 40 jóvenes de Bayamo, quienes desde hace 3 años aseguran ser “Hermanos sobre Ruedas”.
El club se fundó exactamente el 13 de octubre de 2007, y los requisitos principales son poseer una moto, y tener además una actitud correcta y responsable en la sociedad.
"Tenuto", el presidente del Club Hermanos sobre Ruedas.
Israel Agustín Cordoví Medina, más conocido como “Tenuto”,  tiene a su cargo la dirección del grupo, y asegura que su objetivo fundamental es confraternizar, compartir experiencias, y participar en actividades recreativas, culturales y políticas a las que son invitados.
Las anchas calles aledañas a la Plaza de la Patria de Bayamo son el circuito que escogen para realizar regularmente las competencias, en las cuales demuestran sus habilidades y destreza sobre las motos.
En esos atractivos eventos los árbitros evalúan las habilidades libres, que permite la creatividad de los motociclistas, la marcha en zigzag y la recogida de objetos que están en el suelo, el “motor más lento” para comprobar el equilibrio, y las gustadas carreras de velocidad en 150 metros.
En estas competencias organizadas por la filial granmense del Instituto Nacional de Deportes y Recreación (INDER), también participan motociclistas de las vecinas provincias de Santiago de Cuba, Las Tunas y Holguín.
Entre las actividades más solidarias organizadas por los miembros del Club “Hermanos sobre Ruedas”  está la recogida y donación de artículos de aseo personal para los pequeños de las Casas para Niños sin Amparo Filial, ubicadas en las ciudades de Bayamo y Manzanillo.
Todos los viernes se reúnen frente al servicentro “El Cubanito”, ocasión en la que preparan las actividades previstas, dan orientaciones, y estimulan a los miembros más destacados del Club.
Aunque el motociclismo se refiere a la actividad vinculada con el uso deportivo de la motocicleta, para los integrantes de “Hermanos sobre Ruedas” ya se ha convertido en una pasión y un estilo de vida mediante la cual aportan a la sociedad, y alegran la vida de sus compatriotas.

viernes, 17 de septiembre de 2010

El Balcón del Río Bayamo

El caminante que pasea por la Plaza del Himno, y decide de pronto transitar por la estrecha y empedrada calle Padre Batista, descubre con regocijo la única vista que se tiene del Río Bayamo desde un espacio público de la ciudad.

A ese tramo que se extiende hasta la calle Eligia Estrada, muchos bayameses lo conocen actualmente como “El Malecón”, aunque en realidad su nombre original es “Barranca de la Lizana”.

Este atractivo lugar al que prefiero identificar como “El Balcón del Río Bayamo”, se ha convertido en los últimos años en un sitio de obligada visita para quienes deciden observar la vía fluvial que refresca con sus aguas la ciudad Monumento Nacional.

Esta zona considerada también como el portal del centro histórico de Bayamo, fue durante los primeros tiempos del periodo colonial el lugar de atraque de los barcos que remontaban el río, transportando personas y mercancías.

Así ocurrió hasta el año 1616, cuando la vía fluvial fue cerrada a la navegación, como consecuencia de una inundación que obstruyó su delta.

La Barranca de la Lizana no se limita solamente a ser la primera puerta comercial de la ciudad, sino que también forma parte de la historia patria, pues en 1868 fue uno de los puntos de acceso para la toma de Bayamo por las fuerzas insurrectas que irrumpieron a través de ella en la actual Plaza del Himno para conquistar la iglesia, último reducto de los soldados españoles.

Actualmente el lugar se ha convertido en un parque mirador muy atrayente, resultado de un proyecto que tomó como punto de partida el acontecer histórico de la zona, las condiciones del contexto natural, que tiene al rio como su principal protagonista.
El límite físico que separa la ciudad con las márgenes del río lo constituye un muro bajo que bordea la sinuosa forma del espacio, y que a su vez logra integrar visualmente el conjunto.

La actual propuesta permite que los nativos y visitantes de la ciudad miren hacia las aguas que corren más abajo, y contribuye a crear una conciencia ambiental relacionada con ese recurso natural que nos pertenece a todos.

Además de todas sus ventajas como paseo peatonal y lugar de encuentro y descanso, desde este singular mirador es posible disfrutar de uno de los paisajes más bellos e impresionantes de nuestra querida ciudad de Bayamo.

El palpitar del Paseo bayamés.


Los bayameses han recibido con agrado la reciente noticia de que continuarán las obras para la ampliación del Paseo de la calle General García, la principal arteria comercial de la ciudad.
Esta calle constituyó durante mucho tiempo la principal vía utilizada para el tránsito vehicular en el centro histórico urbano de la ciudad, hasta que en el año 1996 comenzó la construcción del Paseo peatonal.
El Paseo consta de tres tramos, el primero de los cuales posee la mayor longitud, y abarca tres cuadras, desde la Plaza de la Revolución hasta la calle Lora, se construyó como parte del conjunto de obras que la ciudad acometió para celebrar los 485 años de su fundación, el 5 de noviembre de 1998.   Los dos tramos siguientes se construyeron en los años posteriores.
Esta vía revitalizó el Centro Histórico Urbano, principal foco de atracción de Bayamo, caracterizado por el ir y venir de miles de personas diariamente.
Su construcción no estuvo relacionada con un problema vinculado  con los flujos peatonales principales entre los repartos de la ciudad, sino a la gran aglomeración de transeúntes que provoca la actividad comercial intensiva que caracteriza esta zona en específico.
El actual proyecto del cuarto tramo del Paseo responde a la necesidad de crear nuevos espacios públicos, y áreas destinadas a los niños y a las niñas.
Para ello se prevé la apertura de nuevos servicios, como son la inauguración de una biblioteca-librería, y un taller sociocultural que permitirá la interrelación de los infantes con el resto de los museos e instituciones localizadas en esa calle.
Entre los muchos servicios que ofrece, el Paseo bayamés se caracteriza por sus restaurantes especializados, bares, un gran número de tiendas, bancos, una Academia de Artes Plásticas, barberías y peluquerías, un Acuario bajo techo, museos, la sede de la Maqueta de la Ciudad, la Casa del Joven Creador, la emisora provincial CMKX Radio Bayamo y el Museo de Cera, único de su tipo en el país.
Estudios recientes sobre la movilidad urbana han mostrado un predominio de la circulación peatonal en las ciudades, lo que obliga a un cambio de concepción en los nuevos diseños urbanos.
A nivel internacional se promueve actualmente la creación de  entornos peatonales de alta calidad, con rutas fáciles, seguras, cómodas y bien señalizadas para todos los usuarios, a la vez que rescaten los valores urbanísticos y la imagen urbana.

En Bayamo el arribo de visitantes, tanto nacionales como extranjeros, se ha incrementado notablemente en los últimos años, con lo cual se hace necesario realizar estudios en función de mejorar su asimilación, buscando soluciones que a la vez permitan dar respuestas a las necesidades de la población residente.
El Paseo de la calle General García, además de ser un orgullo para los bayameses, constituye un excelente ejemplo de la recuperación de los espacios públicos en las zonas céntricas, en función de la  rehabilitación del medio, con énfasis en la protección al peatón.

martes, 14 de septiembre de 2010

José Martí, el bayamés.

Monumento a José Martí en Bayamo.
Por su grandeza histórica, a José Martí le han otorgado varios calificativos. Muchos lo conocen como El Maestro, El Poeta, El Apóstol, El más Grande de todos los cubanos, y por supuesto, Nuestro Héroe Nacional.

Hoy yo quisiera agregarle otro título al insigne patriota. Propongo llamarlo también “José Martí, el bayamés”.

Aunque todos conocemos que físicamente nació el 28 de enero de 1853 en una humilde casa de la Calle Paula, en La Habana, fue el mismo Martí quien en una ocasión se autodefinió como bayamés.

Así lo hizo cuando se dirigió al coronel Fernando Figueredo para expresarle: “Usted y yo somos bayameses, porque yo tengo de Bayamo el alma intrépida y natural.”

Al manifestar esta idea, Martí deja implícito que para él Bayamo va más allá de ser una ciudad material y palpable, una simple suma de inmuebles y calles, sino que llega a convertirse en un estado de ánimo, una forma de actuar y de pensar, una actitud ante la vida.

Bayamo significaba para él la rebeldía que encendió la antorcha libertaria, pues desde su adolescencia comenzó a admirar la epopeya de los hombres y mujeres que acompañaron a Céspedes en la génesis de la lucha en 1868.

Monumento a José Martí en Bayamo
En una combinación magistral de patriotismo y sentido poético, la famosa frase de Martí convierte a Bayamo en una imagen metafórica que refleja la Patria.

Como el gran poeta de su generación, Martí utiliza así el recurso literario conocido como sinécdoque, el cual permite designar un todo con el nombre de una de sus partes. En ese sentido, Bayamo significa y representa la Patria.

Bayamo es para Martí una ciudad con alma intrépida, natural, valiente y audaz, y deja claro que comparte los ideales de los patricios y hombres humildes que levantaron sus armas contra España.

Por eso no creo que haya sido casual que su heroica muerte ocurriera prácticamente a las puertas de Bayamo.

El 19 de mayo de 1895 José Martí viajaba hacia esta ciudad en todos los sentidos, tanto literal como metafórico, pues se sentía hijo y heredero de esta tierra.


Venía a reencontrarse con el ideario revolucionario de Carlos Manuel de Céspedes, a quien admiraba desde que tenía quince años por haber prendido la llama de la Revolución, que llevaría a Cuba la definitiva independencia.

La sangre que Martí derramó en Dos Ríos fecundó esta tierra llena de historia, y permitió la germinación de los mejores hijos de Bayamo, que son también los hijos de la Patria.