martes, 14 de febrero de 2012

Día de los Enamorados

EL PARQUE DEL AMOR


Mientras algunos consideran a la Torre Eiffel como el lugar más romántico de París, y los amantes que visitan Venecia aprovechan para besarse bajo el Puente de los Suspiros, los bayameses tienen en el Parque del Amor un espacio para rendirle culto al más hermoso de los sentimientos.

Ubicado en la carretera central vía a Santiago de Cuba, específicamente frente al hospital Carlos Manuel de Céspedes, esta área se caracteriza por su amplitud y la refrescante sombra que regalan los numerosos árboles sembrados allí.

Por la paz y la tranquilidad que se respira en este lugar, el parque es visitado y atravesado diariamente por cientos de personas, entre los que sobresalen las parejas de enamorados, quienes aprovechan la privacidad para desatar sus deseos y pasiones amorosas.

De esta forma el amor se materializa allí en ardientes besos y fogosos abrazos, una imagen que se multiplica en los bancos y veredas del parque.

Para inmortalizar esta pasión en un elemento material, en el centro del parque se colocó hace algunos años una hermosa escultura que representa a un hombre y una mujer, una obra que trasmite la idea de una danza erótica, un baile caracterizado por la  sensualidad y el goce de los cuerpos.

Esta figura voluptuosa se integra armoniosamente a todos los detalles materiales y naturales que integran el lugar, y acompaña con su erotismo y complicidad a los amantes que a todas las horas del día y de la noche se regocijan en el Parque del Amor de Bayamo.

Adriana y Gerardo



CARTA DE AMOR

Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández Nordelo, afirma que en él tiene recogidos todos los grandes amores: a la Patria, a la sociedad, a los niños que aún no tienen y a la amistad.

Ella confiesa que no podría encontrar un solo significado para el amor, porque tiene muchos. Cuando tiene que decirlo en una sola palabra, amor es Gerardo.

Recientemente Adriana declaró:  “La distancia no ha logrado alejarnos, sino estar más presentes. En cada momento de mi vida, en cada instante de las cosas que hago, siempre está él. Es más, todo lo que yo hago siempre es en función de su regreso”.

Hace unos días Adriana le envió una carta a su esposo Gerardo Hernández, preso en la cárcel de Victorvil, California, y condenado a dos cadenas perpetuas más quince años.

A continuación damos lectura al texto de esa misiva, la cual constituye una prueba más de la terrible injusticia que separa a dos personas que se aman:

“Amor, se acerca la fecha de los enamorados y una vez más continuamos separados; todos los años decimos lo mismo, ¡este será el último!

Deseo despertar a tu lado y abrazarte como lo harán la mayoría de las parejas, de las que hoy siento envidia.

Derecho que nos han arrebatado por mucho tiempo; más de catorce años sin besarte, sin tocarte, conformándome solo con oír tu voz en una llamada, cuando se puede, una postal o algún detalle gracias a la creatividad que te caracteriza, y al apoyo solidario de quienes brindan sus esfuerzos por arrancarnos una sonrisa de felicidad.

Revisando unos papeles y fotos me detuve en las últimas que nos tomamos el día de mi cumpleaños, en enero de mil 998, y no pude dejar de pensar en lo felices que estábamos y éramos en ese entonces, nuestros ojos lo decían todo.

Me descubrí soñando que ya estabas libre, de regreso en casa junto a mí, y en un fuerte abrazo te pedía que no volvieras a dejarme sola. 

Por eso en este día de felicidad, romance y regalos, no encuentro mejor obsequio para ti que ofrecerte mi futuro, porque ya eres dueño de mi pasado y de mi presente.

¡¡¡FELICIDADES!!!

Por favor, regresa pronto, te necesito, te amo.

Tu Bonsái,

7 de febrero de 2012





domingo, 5 de febrero de 2012

Pórtico de la capilla de Nuestra Señora



 Rescatan reliquia patrimonial en Bayamo.        

Como un símbolo de las múltiples acciones que se realizan en Cuba para salvar el patrimonio de la nación, este sábado concluyó en Bayamo la restauración de la carpintería del pórtico de la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores.

Para celebrar el rescate de esta reliquia de nuestra ciudad se realizó un acto en la Plaza del Himno Nacional, lugar histórico donde está ubicada la catedral de San Salvador de Bayamo.

A la actividad asistieron los delegados a la Quinta Conferencia Científica “El Patrimonio Cultural de los Pueblos Iberoamericanos”, evento que comenzó este fin de semana en nuestra provincia.

También estaban presentes especialistas de la dirección de Patrimonio en Granma, el Monseñor Álvaro Beyra Luarca, obispo de la diócesis Bayamo – Manzanillo, y vecinos del consejo popular de San Juan El Cristo.

Lourdes Carbonel Hidalgo, directora del Centro provincial de Patrimonio Cultural, se refirió a la profesionalidad mostrada por los expertos que participaron en esta obra, quienes comenzaron la restauración el pasado 17 de enero, en jornadas de trabajo intenso incluyendo sábados y domingos.

Destacó que con el esfuerzo de ese equipo de especialistas se pudo devolver el esplendor a la puerta de este oratorio, uno de los inmuebles más antiguos de Bayamo.

Por su parte Máximo Gómez Castel, director del Museo Provincial Manuel Muñoz Cedeño, subrayó la meritoria labor realizada en esta obra por el especialista  Vicente Alejandro Ortega Cedillo, profesor invitado de la Universidad Autónoma Metropolitana de Méjico.

Significó que Ortega Cedillo utiliza como principio básico las técnicas tradicionales en la restauración, con el uso de materiales naturales que se pueden elaborar localmente, sin necesidad de recurrir a las tecnologías  más modernas y sofisticadas.

En la reparación de la puerta se emplearon materiales orgánicos como la cera de abeja, con el propósito de eliminar las impurezas de la madera.

La capilla de Nuestra Señora de los Dolores es un ejemplo fehaciente de la historia de la ciudad Monumento Nacional, y por ese motivo los bayameses celebran con júbilo el rescate de su belleza y esplendor.

jueves, 2 de febrero de 2012

Suplicio del Cacique Hatuey


QUINIENTOS AñOS DE REBELDÍA



La valentía y el heroísmo del pueblo cubano tienen su génesis en la figura del bravo cacique Hatuey, quien fue quemado vivo en la hoguera por los colonizadores españoles el 2 de febrero de 1512.

En esta fecha cuando se cumplen quinientos años de ese acontecimiento histórico, todavía nos conmueve el legado de rebeldía que nos dejó ese aborigen extraordinario, pues prefirió morir en el martirio de las llamas antes que caer en la ignominia de la esclavitud propuesta por los invasores europeos.

Hatuey llegó a Cuba procedente de su natal Quisqueya, bautizada por los colonizadores como La Española.

En nuestro país entró en contacto con las diferentes tribus de indígenas taínos que había en el territorio oriental de la isla, y les aconsejó que se prepararan para la lucha contra los españoles.

También les comunicó que botaran todo el oro que poseyeran a los ríos, porque ese era el Dios de los blancos. Luego de colocarse al  frente de todas las tribus de la región, los nativos comenzaron a atacar a los españoles que se asentaban en la villa de Baracoa.

El padre Bartolomé de Las Casas, cronista de esta época, atribuyó el siguiente discurso a Hatuey, quien mostró a los taínos de Cuba  una canasta de oro y joyas, y les dijo:

"Este es el Dios que los españoles adoran. Por esto pelean y matan; por esto es que nos persiguen y es por ello que tenemos que tirarlos al mar... Nos dicen, estos tiranos, que adoran a un Dios de paz e igualdad, pero usurpan nuestras tierras y nos hacen sus esclavos. Ellos nos hablan de un alma inmortal y de sus recompensas y castigos eternos, pero roban nuestras pertenencias, seducen a nuestras mujeres, violan a nuestras hijas. Incapaces de igualarnos en valor, estos cobardes se cubren con hierro que nuestras armas no pueden craquear."

Hatuey ordenó a sus hombres que se dividiesen en pequeños grupos y comenzaran a atacar a los invasores por sorpresa, valiéndose de palos, piedras y flechas.

Pero los españoles, dirigidos por el adelantado Diego Velázquez, quien conocía las tácticas de los indios, se dedicó a erradicar poco a poco a cada uno de los grupos rebeldes apoyándose en una abrumante superioridad tecnológica, con perros rastreadores, armas de fuego, ballestas y corazas.

Paulatinamente fueron exterminados los indígenas, hasta que mediante la delación de unos prisioneros logran aprehender a Hatuey.

El valiente cacique fue condenado a la hoguera, castigo reservado a los más viles criminales. Pero cuando estaba a punto de ser quemado, y le preguntaron si quería convertirse en cristiano para subir al cielo, preguntó: "¿y esos hombres blancos también van al cielo?".

Al recibir una respuesta afirmativa dijo:

 - “¡Entonces yo no quiero ir adonde esos hombres vayan!”.

Su ejemplo demostró un gran coraje, y la firme decisión de enfrentarse a un enemigo mucho más poderoso.

Los historiadores coinciden en señalar que el suplicio de Hatuey tuvo lugar en la zona de Yara, poblado ubicado en la actual provincia de Granma.

En ese municipio se inauguró el 21 de julio de 1999 un monumento dedicado al primer rebelde de nuestro país, obra realizada por el escultor Wilfredo Milanés, y donde se representa la figura indomable del cacique Hatuey, símbolo de la valentía que ha caracterizado a los cubanos desde hace quinientos años.