sábado, 5 de abril de 2014

JOSÉ MARTÍ EN LAS CANTERAS DE SAN LÁZARO


ENTRE LAS ESPINAS, NACIERON LAS FLORES.



 
El 5 de abril de 1870, hace hoy 144 años, el adolescente José Martí es confinado a las canteras de San Lázaro, lugar donde llegaban los presos condenados a trabajos forzados por múltiples causas, entre ellas los llamados delitos de infidencia.

A Martí, quien tenía en ese momento solamente 17 años, le fijan en el  tobillo de la pierna derecha un grillete, unido a la cadena que aprisiona su cintura.

Unos meses antes, en octubre de 1869, un grupo de “voluntarios” españoles habían registrado la vivienda del amigo de Martí, Fermín Valdés Domínguez, y encontraron una carta dirigida a un conocido, a quienes acusaban de traidor por haber ingresado en las filas del ejército español. Los dos son encarcelados, y ambos aseguraban ser los autores de la carta.

Martí es condenado a seis años de privación de libertad, y el 4 de abril de 1870 ingresa en la cárcel de La Habana con el número 113, donde trabajaría hasta doce horas diarias en condiciones infrahumanas.

En ese lugar conoció al anciano Nicolás del Castillo y al niño Lino Figueredo, y sus vivencias le servirían para escribir en España el libro El presidio político en Cuba.



En este folleto José Martí relata de una forma magistral la amarga experiencia vivida en las canteras de San Lázaro durante el periodo en que él estuvo preso, obligado a trabajar en condiciones infrahumanas.

Está dirigido a los españoles, como si les estuviera hablando, como si les presentara este horrible espectáculo por escenas; continuamente los invoca a ver y condenar.

No buscaba Martí novedad literaria; lo concibió como un documento de indignada acusación, no sólo por el maltrato físico, sino por el maltrato a la moral y a la condición humana; pero no por ello deja de ser una pieza artística.

Frente al terrible dolor del presidio, Martí opuso un singular optimismo, que lo ayudó a luchar con el convencimiento de la victoria final; por eso escribió en este trabajo:

"La noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás".

A mediados del mes de agosto, debido a su estado de salud, José Martí es trasladado a la cigarrería del penal y luego a La Cabaña. La cal le había enfermado los ojos y el grillete le produjo una úlcera en la pierna.


Estatua de José Martí en la Fragua Martiana
De fecha 28 de agosto de 1870 es la dedicatoria a su madre, doña Leonor Pérez Cabrera, en una foto en la que aparece de pie y con el grillete, y le escribe:

"Mírame, madre, y por amor no llores: si esclavo de mi edad y mis doctrinas, tu mártir corazón llené de espinas, piensa que nacen entre las espinas, flores.”

José Martí.






No hay comentarios:

Publicar un comentario