martes, 25 de septiembre de 2012

ROSA LA BAYAMESA



UNA ROSA MAMBISA


El 25 de septiembre de 1907, hace hoy 105 años, falleció en Camagüey la combatiente del Ejército Libertador y de las dos guerras por nuestra independencia, con sus grados de Capitana, Rosa Castellanos Castellanos, conocida como Rosa la Bayamesa.

Su nombre completo era Rosa María Castellanos Castellanos, quien nació esclava en 1834, en las afueras de Bayamo, y logró la libertad en 1868.  

Con el estallido de la guerra, el 10 de octubre de 1868, se internó en la sierra de Guisa, en la ranchería de la Manteca. 
Allí desempeñó un papel decisivo en el abastecimiento de alimentos a las fuerzas mambisas, y en la atención a los heridos en campaña.

Posteriormente se hizo hábil como enfermera, organizó hospitales de campaña, y en 1870 también empuñó el machete.  Fue muy perseguida por las tropas españolas, y se vio precisada a marchar a Camagüey en 1871, internándose en la sierra de Najasa, para curar a los heridos insurrectos.

Rosa, a quien conocían como La Bayamesa, salvó muchas vidas de mambises heridos gravemente en combate, y se desempeñó asimismo como comadrona. 

Los medicamentos los fabricaba de la flora tradicional cubana, pues conocía los métodos para curar las enfermedades comunes en la manigua, para las que encontraba el remedio apropiado.

En las guerras por la independencia se desempeñó como enfermera, mensajera, cocinera, labriega, abastecedora y combatiente. 

Máximo Gómez, General en Jefe del Ejército Libertador, la ascendió a  capitana  por sus extraordinarios méritos al servicio de la Patria.


El 15 de marzo del año 2002 fue inaugurado en Bayamo un conjunto monumentario que perpetúa su memoria, el cual está ubicado en la carretera central vía Holguín, en el reparto que lleva el nombre de la heroína.

Este proyecto tuvo entre sus principales promotores a la destacada combatiente revolucionaria Vilma Espín, quien siempre mantuvo el interés de profundizar, indagar y rescatar el conocimiento sobre la vida y obra de Rosa la Bayamesa.

 
Fue entonces cuando el escultor Alberto Lescay, ya vinculado a Bayamo por su trabajo en la Plaza de la Patria, nos entregó el primer monumento ecuestre a una mujer realizado en Cuba.

La pieza principal fue fundida en bronce, y alcanza seis metros de alto, incluyendo la base, presenta a la mambisa con machete, sombrero de yarey, turbante, y elementos alegóricos a su labor como enfermera.


El conjunto monumentario está compuesto por un armonioso espacio de áreas verdes, bancos, pérgolas, una florería y cafetería, áreas que son atendidas por trabajadores de la empresa de Servicios Comunales.


Además de ser un monumento dedicado a esta gran mujer, el lugar está dedicado a la familia cubana, para que sirva como un espacio para compartir y reflexionar.

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